Sentada en mi cuarto lleno de oscuridad pero con una profunda paz en una noche fría, que horizontal y lluviosa me mira desde afuera e intenta hipnotizarme como, según dice, hacen las serpientes con sus víctimas ¿Con qué fin?. Con el de devorarme supongo. No ahora, quizá más tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario